Ya en 2014, la inversión en este segmento de la Ciudad Condal ha registrado un muy buen comportamiento, alcanzando los 844 millones de euros, un 139% más que en 2013. En total se han cerrado 19 operaciones (un 31% más) y se han logrado transaccionar más de 340.000 m2, un 112% más que en el ejercicio anterior, lo que confirma que el apetito inversor por esta tipología de activo vuelve a situarse en niveles previos a la crisis.
A nivel ocupación, en 2014 se contrataron un total de 258.000 m2 de oficinas, la mejor cifra desde el inicio de la crisis y muy cerca de la media anual de los últimos 10 años, con las nuevas áreas de negocio (Plaza Europa, 22@) concentrando el 45% del total y recuperando el protagonismo frente al centro de la ciudad.
Un factor importante a tener en cuenta es la progresiva disminución del stock en el centro de la ciudad, que en 2014 se tradujo en 90.000 m² menos de oficinas. El principal motivo se debe al cambio de uso a hotelero, como ha sucedido con la Torre Agbar o la antigua sede de Cuatrecasas, y a la búsqueda por parte de los inquilinos de espacios de mayor calidad y eficiencia.
La alta demanda y la falta de producto de calidad han comprimido la rentabilidad exigida de un modo más rápido de lo esperado, pasando del 6% en el cuarto trimestre de 2013 al 5,25% en el mismo periodo de 2014. Precisamente, esta falta de oferta de calidad hará que la tasa de desocupación permanezca estable, en torno al 15%, con tendencia a la baja. Las rentas continúan en los niveles más bajos de los últimos 15 años, lo que hace que de cara a 2015 haya un gran potencial de revalorización de los activos.
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