En 2007, estos fondos compraron 1.152 oficinas al banco Santander, por 2.040 millones de euros, en una operación de sale & leaseback, en la que el banco se comprometía a permanecer como inquilino durante 45 años.
La adquisición se financió con dos líneas de crédito, una denominada senior de 1.600 millones, la que primero cobra en caso de impago, y una mezanine de 400 millones, de mayor riesgo para el prestamista, pero al mismo tiempo más lucrativa.
La operación se calificó de original y rentable, pero al caer el valor de los activos, que es sustancialmente menor que el importe adeudado, los fondos no han podido hacer frente a sus obligaciones y ha dado lugar a un rescate, que consiste en que los tenedores de la deuda mezanine, en manos del propio Banco Santander, BNP Paribas y CaixaBank, conviertan esa deuda en capital del vehículo que compró las sucursales.
El acuerdo alcanzado se firmará en los próximos días consiste en el canje de la deuda subordinada por capital y el pago de una cantidad menor a los acreedores de la deuda principal. Con este acuerdo de refinanciación, las partes consiguen salvar el vehículo y evitar la quiebra, hecho que se considera muy positivo en comparación con lo que ha sucedido con el fondo que compró también bajo la modalidad de sale & lease back la sede central del Santander en Boadilla del Monte, Madrid.
Las 1.152 oficinas en manos de Sun Capital, Pearl Insurance y Drago Capital tiene un valor cercano a los 1.500 millones de euros, por lo que la pérdida mínima es del 25%, según fuentes próximas al proceso. Otras elevan ese descuento hasta el 40% puesto que el pasado año Allied Irish Bank, uno de los prestamistas originales, vendió su posición acreedora un 20% por debajo de su precio nominal. El banco irlandés colocó 400 millones de euros de deuda a varios hedge funds que pagaron unos 320 millones por ese pasivo.
Los tres fondos han incumplido varias de las cláusulas –covenants– incluidas en las dos líneas de crédito, cuyo vencimiento expiraba en noviembre de 2014. Según fuentes conocedoras de las conversaciones, junto a la capitalización de la deuda, los acreedores le van a conceder entre dos y tres años más a Sun Capital, Pearl Insurance y Drago Capital para pagar los 1.500 millones restantes una vez descontada la deuda mezzanine. Los 140 que se abonaron en metálico, hasta llegar a los 2.040 millones totales, se dan por perdidos.
Origen: RealEstatepress