La Autoridad Portuaria de Barcelona es el primer accionista de la sociedad, con un 52%, y el resto del accionariado lo completan FCC, con un 16,51%; y Acciona a través de Trasmediterránea, que también controla otro 16,51%. Por su parte, Santander, con un 9,99%, y ACS, con un 4,71%, ejercen de socios minoritarios.

 

El  Puerto de Barcelona ha accedido a la petición de las constructoras y ha encargado a Deloitte una valoración del complejo, que situaría su precio de mercado alrededor de los citados 150 millones de euros, según fuentes del sector inmobiliario.  En breve se espera que Deloitte presente el libro de ventas a los inversores interesados, que, previsiblemente, serán fondos internacionales.

 

Sin el beneplácito del Puerto de Barcelona, las constructoras de Esther Koplowitz y los Entrecanales, ambas necesitadas de efectivo por diferentes razones, no pueden llevar a cabo la transacción. La entidad portuaria, que preside un amigo personal del presidente catalán Artur Mas, el convergente Sixte Cambra, ganó en 2013 un total de 74 millones.

 

Pero las constructoras consideran que el WTC es un activo que está en el momento en que su venta maximizaría la curva de rentabilidad. Se trata de una concesión administrativa que vence en el año 2052. El grado de ocupación es alto, con más de 70 compañías ocupando los tres módulos de oficinas, y la joya de la corona, el hotel, que sale al mercado en un momento en que los establecimientos de Barcelona son activos que poseen un interesante flujo de caja.

 

 

 

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