Este nuevo complejo está formado, en realidad, por dos edificios colindantes situados en el número 11 de la Travesera de Gràcia y de la calle Amigó, ahora totalmente independientes, pese a que en la etapa de Bankpime estaban conectados en algunas plantas con un importante desnivel.

El consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, ha destacado en rueda de prensa que se trata de un proyecto "único", tanto por su diseño como por su funcionalidad y eficiencia, ya que ha sido realizado siguiendo los más estrictos criterios de sostenibilidad, lo que le ha permitido obtener el sello verde "Leed" de Estados Unidos.

El edificio TGA tiene ocho plantas de altura y cuatro de aparcamiento subterráneo y ofrece a las empresas espacios de entre 230 y 560 metros cuadrados por planta, además de servicios como aparcamiento de bicicletas o enchufes para coches eléctricos.

El director de Negocio de Colonial, Albert Alcober, ha señalado, en este sentido, que todos los materiales utilizados en esta obra son "cien por cien reciclables" y que se ha instalado de forma pionera en la fachada un vidrio especial que cambia de color en función de la luz exterior.

Colonial comercializará las oficinas del edificio TGA a un precio de entre 17 y 20 euros mensuales el metro cuadrado, dependiendo de la planta. EFECOM

 

 

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