La Asociación Española de Oficinas, AEO,organizó, el martes pasado, una jornada en el Instituto de Empresa, para someter a discusión estos temas de actualidad, concentrando a técnicos, promotores, usuarios finales e inversores.
Bajo el punto de vista técnico, la rentabilidad siempre va ligada a un proyecto sostenible. Según Íñigo Ortiz, socio de Ortiz León Asociados, en el proyecto de un edificio sostenible debe darse mayor importancia a los estados previos al proyecto y atender a la flexibilidad del mismo, entendida no solo como un proyecto a largo plazo en cuanto a usos y espacios, sino también en lo que se refiere a la posibilidad de que la tecnología incorporada pueda ser sustituida por los últimos avances de la misma. Un edificio sostenible no es solo tecnología, sino que se debe conseguir a través de la arquitectura.
Asimismo deben desarrollarse sistemas óptimos, incluyendo las energías renovables.
Un aspecto de gran importancia para el buen funcionamiento de este tipo de inmuebles es el conocido como softlanding, que consiste en la entrada en funcionamiento del inmueble, previa formación de las personas que vayan a gestionarlo con objeto de conseguir las máximas prestaciones, incluido el confort ambiental.
Los edificios sostenibles además de serlo deben de parecerlo, y en este sentido la austeridad va unida a la sostenibilidad.
Para Ramón Rodríguez de Arup, al analizar si un los edificios sostenibles son rentables deben considerarse los aspectos medioambientales, sociales y económicos, concluyendo que en la sostenibilidad no hay opción B.
Como apuntó Almudena Génova de Bovis, la sostenibilidad es un nuevo estándar de calidad, y debe haber un sistema que permita medir ese grado de calidad, lo que lleva parejo unos costes, cuya carga de esfuerzo recae en los inicios del proyecto. Si se separan los costes de los equipos que llevan a cabo el proyecto y las comprobaciones, de los que necesita añadir un edificio sostenible a su construcción vemos que la práctica totalidad de los mismos recae sobre los primeros.
Los usuarios prefieren los edificios sostenibles pero no dispuestos a pagar una renta más alta.
Parece indiscutible que los edificios se construyen para satisfacer las necesidades de los usuarios, independientemente que sean inquilinos o propietarios del inmueble. Bajo el punto de vista promotor, Luis Rufilanchas, director general de Torre Rioja, empresa que está inmersa en la rehabilitación total del edificio de su propiedad, situado en el número 81 de la Avenida de América, dotándolo de los últimos y mejores avances tecnológicos, manifestó que la apuesta de su empresa por la calidad les ha resultado rentable.
Los usuarios quieren estar en edificios sostenibles, pero no están dispuestos a pagar una renta más alta por ello, con lo cual se convierten en los beneficiarios netos de los ahorros de los costes energéticos y de agua, dejando para el promotor la ventaja de competir con ventaja con otros edificios que no son sostenibles.
Al menos eso fue lo señalado tanto por Jorge Muguerza de Díaz como por Gonzalo Delgado de Vodafone, empresas que han trasladado su sede hace relativamente poco tiempo. Día se implantó en el complejo TriPark de Las Rozas, abandonando el edificio Sollube en la zona Azca, y Vodafone se fue del Parque Empresarial de La Moraleja al Parque Empresarial Avenida América. En ambos casos primaron las rentas en la decisión y no atendieron a la sostenibilidad de los nuevos edificios que ocupaban, aunque ambos reconocieron que había ahorros energéticos y un mejor ambiente de trabajo.
Los inversores tampoco están dispuestos a pagar más por la sostenibilidad
Javier de Diego de Hines facilitó los datos de estudios realizados en Estados Unidos relativos al sobrecoste de los edificios sostenibles así como a los ahorros en electricidad, gas y agua. Los sobrecostes oscilan entre el 0,6% para los certificados hasta el 10% para el Leed Platino, estando los ahorros energéticos en torno al 16%, los de gas en el 305 y los de agua en el 12%.
De Diego reconoció que no hay prima verde en las rentas pero si es cierto que se alquilan y se venden con más facilidad.
Roberto Roca de Orion Capital indicó que uno no se plantea a la hora de construir un edificio si va a ser o no sostenible porque debe ser sostenible.
Sin embargo, Leticia Ponz de Union Investement puso sobre la mesa, en su calidad asset manager, como los ahorros que se consiguen en energía eléctrica, agua y gas, no siempre son entendidos por el inversor puesto que se repercuten al inquilino.
Real Estate Press