El giro de la percepción sobre España en los mercados es un hecho desde hace algo más de un año, como demuestra el incremento del apetito inversor extranjero por el país. La mejora de las perspectivas económicas está detrás de este cambio, que las empresas afrontan en una situación todavía débil debido a lo tenue de la recuperación y a lo lento que será su desarrollo. Por ello, «en los próximos 12 a 18 meses se va a producir una venta masiva de activos a extranjeros, para convertir deuda en equity (capital)», explica uno de los más prestigiosos economistas del país.

 

El problema es que el endeudamiento de las empresas españolas sigue siendo excesivo e insostenible: son las sextas en peor situación de los 17 países de la eurozona. Pese a haber caído de representar el 143% del producto interior bruto (PIB) en el 2010 al 128%, todavía está lejos del 97% de media en la OCDE que el Gobierno considera deseable. El Ministerio de Economía estima que la reforma de la ley concursal permitirá reducir el apalancamiento en 10 puntos del PIB, una mejora insuficiente para alcanzar el objetivo.

 

Ante esta situación, la venta de activos para reducir deuda (o directamente la conversión de deuda en capital) se presenta como la única solución en un entorno casi de deflación. «Es más nocivo que reducir deuda mediante el aumento del crecimiento o la inflación (que eleva el PIB nominal), porque dejas de poder disponer o disfrutar de esos activos», advierte el economista, que prefiere mantener el anonimato.

 

SEGUNDO DEL MUNDO

La vuelta del interés de los inversores foráneos por España, en cualquier caso, ofrece una salida. Según ha informado el Ministerio de Economía, la inversión extranjera neta en el país alcanzó el año pasado los 15.398 millones de euros (19.483 millones invertidos menos 4.085 millones desinvertidos), frente a una cifra negativa de 3.091 millones del 2012. «España fue el segundo país en cuanto a la inversión extranjera neta en el mundo, solo por detrás de Estados Unidos», destacó el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.

 

La evolución trimestral apunta hacia nuevos incrementos y, además, todavía no se han alcanzado las cifras previas a la debacle del 2012, con lo que parte del dinero que se fue no ha regresado. Con los capitales pasa algo similar: entre el 2011 y el 2012 se fueron del país 254.798 millones de euros y el año pasado solo volvieron 88.758 millones, según datos del Banco de España.

 

«Lo lógico es que en los próximos meses sigamos viendo ventas por parte de las grandes empresas del Ibex 35 con el fin de reducir su deuda. Por un lado en la industria bancaria, con el fin de fortalecer su capital según las exigencias de Basilea 3 y con vista a los nuevos tests de estrés que se realizarán el próximo otoño. Y por otro lado, en aquellas compañías que se endeudaron durante estos años atrás», apunta Borja Rubio, analista de XTB.

 

CUESTIÓN BANCARIA

Está por ver qué harán los bancos con el capital de las empresas que tomen a cambio de los créditos que estas les deben, opción que el Gobierno trata de promocionar con la reforma de la ley concursal para evitar que mueran empresas con negocios viables pero problemas de deuda. «No es fácil preverlo. Por un lado, al ser empresas viables tras la conversión de deuda en capital, mejorará su viabilidad futura al reducir la carga, por lo que la banca puede decidir permanecer en el accionariado. Como accionista, puede contribuir a mejorar la gestión. Pero las participaciones empresariales consumen mucho capital según la nueva regulación de Basilea 3, por lo que cara a mejorar la solvencia, vender participaciones supone incrementarla», apunta Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE.

 

«En este tema, no es posible generalizar, ya que las circunstancias de cada empresa y banco pueden ser bien distintas. La decisión dependerá de las plusvalías, el dividendo obtenido, etcétera. Y en el caso de los bancos con ayudas públicas, el MoU exige desinversiones en negocio no core business. Por tanto, siempre que haya posibilidad de obtener plusvalías, continuarán las desinversiones», añade el académico.

 

 

Origel: elperiodico.com