La colocación no estará garantizada,  pero cuenta con el respaldo de Citigroup como coordinador global y el apoyo legal de los despachos Gómez-Acebo & Pombo, White & Case y Linklaters.

Alza Real Estate operará con su propio equipo de gestión, que estará formado también por Fernando Arenas, Stuart McDonald, Guillermo Fernández-Cuesta y Fabio Alen Viani.

Alza confía en conseguir  los recursos de la ampliación de capital, dirigida a  inversores institucionales tanto nacionales como extranjeros. El calendario de trabajo de la nueva socimi contempla la presentación del folleto de salida a bolsa a lo largo de la próxima semana con el fin de que la Comisión de Valores pueda culminar los trabajos de verificación antes de finales de junio. El toque de campana está previsto para mediados de julio.

Uno de los eventuales accionistas que podrían actuar como ancla en  Alza Real Estate es el inversor estadounidense Anchorage, gestionado en nuestro país por Juan José Nieto, está también detrás de Rodex en la operación de Castellana 200.

Si se confirma la inversión de Anchorage, está claro que la salida a bolsa será un elemento clave para financiar la adquisición del emblemático edificio de oficinas, que incluye también un centro comercial junto a una zona hotelera aún por desarrollar y cuya tasación global se estima en torno a los 150 millones de euros.

Entre las ventajas de las  socimis destacan  sus ventajas fiscales, que se traducen en la nula tributación de los resultados,  a cambio de repartir el 80 %  de los beneficios entre sus accionistas, además de dar la posibilidad al accionista de  entrar y salir, acudiendo a bolsa.